Whitley conoce a Julian, un atractivo estudiante de intercambio de Georgetown que forma parte del grupo antiapartheid de Hillman. Kim recibe una beca que resolverá sus problemas financieros y le permitirá ganar experiencia laboral en un laboratorio, en lugar de voltear hamburguesas en el Pozo. Desafortunadamente, Freddie descubre que la compañía que financia la beca es una subsidiaria de una corporación con inversiones en Sudáfrica. Julián propone un boicot; él enoja a Whitley al recomendar que Hillman corte todos los lazos financieros con la corporación, ya que esto le costaría a Kim su beca. Debido a los problemas de salud de su padre, Kim tendría que trabajar dos trabajos para permanecer en la escuela. Un joven de Sudáfrica argumenta en contra de la terminación de las becas, porque siente que el éxito de los estudiantes afroamericanos sirve como un faro de esperanza para los sudafricanos negros sumidos en la pobreza y la opresión. Kim decide rechazar la beca de todos modos. Whitley acepta una cita con Julian.
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