La NSC, y por extensión Lauren y Lindsey, se han hecho con el control de la Fuerza de Operaciones Conjuntas. Sydney está detenida en una prisión de máxima seguridad y aunque todos temen por su integridad física, Lauren les asegura que la NSC nunca pondrá a Syd en peligro. En cualquier caso, ni Jack ni Vaughn están dispuestos a esperar a comprobarlo y ambos acuerdan un plan de rescate. Pero a los dos se les une un poderoso aliado: el mismo Sloane. Los tres van a liberar a Sydney haciendo que parezca que la Coalición ha sido quien la ha secuestrado. En la prisión, la NSC está sometiendo a pruebas a Sydney, y no parece que Lindsey tenga intención de salvaguardar la integridad física de la agente. Lauren exige ver a Sydney para escribir su informe, pero Lindsey le dice que no hace falta y que rellene el informe de un modo favorable o se atenga a las consecuencias. Mientras, Sydney lo está pasando mal pero el preso de la celda de al lado consigue animarla un poco con su carácter positivo. En uno de los traslados, Sydney usa un clip que ha conseguido robar para escaparse por los pasillos, pero la seguridad del recinto logra detenerla. Lauren es testigo de todo esto. Jack, Vaughn y Sloane están en camino a un lugar donde tienen los planos de la prisión. Para acceder a ese lugar, cortan su seguridad y se presentan con la intención de arreglarla. Aunque no es tarea fácil, logran escapar con los planos. En la huida, Sloane se interpone entre Jack y una de las balas, salvándole del tiro. A pesar de este contratiempo, Jack extrae la bala con la precisión de un cirujano, y continúan sus planes de rescate. Lauren ha escrito el informe al estilo de Lindsey, dejando claro que puede amoldarse a sus condiciones, lo cual complace a Lindsey al ver que su subordinada utiliza sus mismas poco ortodoxas tácticas. Todo resulta ser una pose, ya que Lauren regresa a Los Ángeles para informarle a Vaughn de todo lo que está pasando y de que Sydney no lo está pasando bien. En la prisión, Lindsey amenaza con matar al compañero de Sydney si esta no descifra el código de Irina. Sydney no quiere hacerlo pero al ver que Lindsey va en serio, les dice que se trata de una longitud y una latitud. Al hacerlo, se revela la trampa: el compañero de celda no es tal sino que es un señuelo para que Sydney confesara. Y ahora que la agente ha dado los códigos que querían, pueden someterla a cirugía cerebral sin temer las consecuencias. Afortunadamente, con la ayuda de Lauren, logran infiltrarse en la prisión antes de que Syd sea intervenida y los cinco (Jack, Vaughn, Lauren, Sloane y Syd) escapan sanos y salvos en un helicóptero.