Mientras intenta desesperadamente estrechar vínculos con Steve, Stan descubre que su hijo es increíble jugando a los bolos. Participan y ganan varios torneos de equipos formados por padres e hijos y llaman la atención de un entrenador que promete llevar a Steve al éxito. Steve se convierte en un exitoso jugador de bolos profesional, pero él y Stan empiezan a distanciarse. Mientras, Klaus dirige un concurso entre Hayley y Roger para ver quién tiene peor capacidad de concentración.