Los esfuerzos de Katie para obtener más tiempo para sí misma son contraproducentes cuando se ve obligada a reparar las vallas con las mamás de Westport al ofrecerse como voluntaria para dirigir la gala de primavera de la escuela. Mientras tanto, Oliver le demuestra a Katie que su pasión por el ballet es genuina, inspirándola a enfrentarse a su maestro de menosprecio y a dar la cara por él. Taylor y Greg no están de acuerdo sobre si ella necesita o no ir a la universidad mientras él le enseña a conducir.