La eterna guerra de Jack con su vecino alcanza su límite cuando ve peligrar una cita con Lynette. Durbin se convierte en fotógrafo por un día. Atrapado sin remedio en el instituto de Toledo, y con su cátedra de Harvard todavía muy lejos, Jack decide escribir un libro sobre las costumbres del pueblo con la idea de que le ayude a salir de allí. Para ello, por supuesto, pide ayuda a sus alumnos de biología avanzada.