Toda la pandilla excepto Brenda y Andrea han decidido irse a lejos. Brandon le recrimina a Brenda el no querer ir con ellos. Esta encuentra sorpresivamente el diario de la anterior inquilina de la casa y comienza a leerlo fascinada. Pronto se ve imaginando lo que fue la vida de una joven a finales de los sesenta y pronto identifica a cada uno de los personajes relatados en dicho diario con sus propios amigos y ella misma como la protagonista. En el diario se refleja como fueron esos tiempos, tanto políticamente como personalmente, y el hecho de que quien lo escribe estaba enamorada sin ser correspondida. Brenda investiga y consigue encontrar a la propietaria del mismo, con la que entabla una breve amistad y recibe varios buenos consejos. De vuelta a casa todos sus amigos la esperan.