Cuando era niña, Kate Ashby fue rescatada de las terribles secuelas del genocidio ruandés. Fue adoptada y crió en Gran Bretaña por Eve Ashby, una abogada internacional de clase mundial. Kate ha luchado durante mucho tiempo para escapar de la sombra de su pasado, pero ahora está volviendo a trabajar como investigadora legal en las mismas cámaras que Eve, bajo el abogado internacional Michael Ennis. La relación de Kate y Eve se tensa hasta el punto de romperse cuando un controvertido líder de la milicia, que una vez había luchado para detener el genocidio, es capturado en la República Democrática del Congo, y Eve asume su enjuiciamiento en la Corte Penal Internacional.