Edwin Poole escapa del hospital psiquiátrico donde esta ingresado y coge un caso en el que un hombre es acusado de haber asesinado a un oficial de policía. Lori es obligada a ayudar a Poole en el caso. Alan defiende a uno de los clientes más importantes de la firma, que ha sido acusado de robar una bufanda. El abogado le pide a Sally que deje sus principios a un lado para ayudarle con el caso. La parte negativa es que si Sally acepta hacer lo que le pide Alan, su relación podría terminar.