Castle y Beckett se trasladan a la zona este de Manhattan para investigar el asesinato del propietario de un bar. El cadáver del hombre ha aparecido flotando en el East River y apenas existen pistas que les permitan dar con la identidad del criminal. Tras una exhaustiva búsqueda, los dos protagonistas descubren un secreto enterrado desde la época la Ley Seca.