El asesinato de una destacada alumna de un instituto lleva a Richard Castle a reencontrarse con uno de sus muchos conocidos. Inmerso en la investigación del crimen, el novelista constata que las primeras pruebas apuntan a que el autor del homicidio podría ser un adolescente con un gran habilidad telequinésica al más puro estilo de la protagonista de la película "Carrie".