La emperatriz Catalina inspecciona las tierras recién adquiridas por Rusia. Pero las cosas no siempre fueron color de rosa. Catalina recuerda los inicios de su reinado, cuando era agobiada por amenazas desde todos los frentes y sin tener alguien en quien poder confiar. Sin embargo, nada de esto fue suficiente para evitar que intentase llevar a Rusia a la modernidad.