Grissom investiga el asesinato de un fotógrafo de Las Vegas, cuyos restos fueron abandonados en las cercanías de un lugar en el que el CSI estudia cadáveres, y sus hallazgos revelan que el hombre murió, aparentemente, de un disparo aunque no hay fragmentos de la bala en el cuerpo. Al mismo tiempo, miembros del equipo cuestionan el liderazgo de Grissom.