Annabelle, una famosa actriz de televisión, aparece muerta en su apartamento junto a un charco de sangre. Los forenses se presentan en el escenario, donde observan claros signos de forcejeo en el piso y hallan un pollo de caucho introducido en la garganta de la víctima. Stokes, por su parte, interroga a uno de los empleados de la ficción y éste le muestra la grabación de la cámara de seguridad del ascensor del inmueble. Tras visionar la cinta, el investigador constata que la noche del crimen la actriz recibió la visita de Bud, su marido, la de un guionista de la serie y la de Natasha, la ayudante de la actriz. Cuando Brass entrevista a la joven, ésta le informa que trabajar para Annabelle era una pesadilla. El C.S.I. interroga a Megan, coprotagonista de la sitcom en la que intervenía la víctima, que afirma que el fallecimiento de su compañera es una verdadera tragedia. Warrick indica a Grissom y a Catherine que una de las huellas ensangrentadas encontradas en la vivienda de Annabelle es de un zapato de tacón alto. Poco después, el jefe del C.S.I. recibe una llamada en la que le piden que se desplace al plató de grabación de la serie en Los Ángeles. Cuando Grissom llega a su destino, descubre que Natasha ha fallecido en un accidente de tráfico. Posteriormente, los forenses descubren en una cita de video de Bud con Annabelle, que en realidad es Nastasha. Grissom y Brass acuden a la oficina de Bud en busca de pruebas, mientras Willows descubre que el guionista que visitó a la actriz llevaba consigo una botella agua, la misma que fue encontrada en la escena del crimen.