Cuando Bill Ray Hatford, un efectivo del F.B.I., es brutalmente asesinado en el baño de caballeros de una gasolinera, el C.S.I. interroga a los compañeros de la víctima, los agentes Emma Stanley y Miles Bechman, para intentar descubrir la identidad del asesino. Stanley y Bechman explican a Nick y a Riley que estaban llevando a cabo una operación encubierta en la ciudad con el fin de desarticular una importante red de prostitución. Tras constatar que Hatford se encargaba de contactar con las prostitutas y los proxenetas, los forenses reclaman a los agentes federales las grabaciones de los distintos encuentros de la víctima.