Los forenses acuden a un local nocturno donde yace el cuerpo de Angelica Marie Carlos, hija de un importante capo colombiano de la droga. Las primeras sospechas del caso recaen en Craig Hess, el propietario del establecimiento, hasta que la autopsia revela que la joven presentaba en su torrente sanguíneo sangre de tres personas diferentes, así como restos de cocaína. Poco después, Sylvie Thornton, amiga de la víctima, y Goya (Nicholas Turturro), empleado de Heiss, se suman a la lista de sospechosos del caso.