Para tomar un descanso de las presiones de una decisión importante en el trabajo y el lío que ha hecho de su vida, Nan decide tomar unas vacaciones. En el camino, se detiene en el lugar de su padre en el país, con la esperanza de saludar e irse. En cambio, descubre que está vendiendo la casa familiar. Mientras Nan trata de empacar algunos tesoros de la infancia, papá lleva a Martin a dar un paseo, pero Martin, huye hacia el bosque, con la esperanza de demostrar que es salvaje y libre como un lobo. En cambio, descubre que no es un lobo, es un perro que está perdido.