Jadue recurre al plano celestial para pedir la intervención divina ante la encrucijada moral en la que se encuentra: ¿Tendrá Dios espacio entre su rebaño para acomodar a la pecaminosa familia de la CONMEBOL, o desatará su fuerte castigo sobre ellos? Jadue espera que su sacrificio como Cordero de Dios pueda limpiar sus pecados, aunque teme que al final del camino, pueda terminar crucificado de todos modos.