Después de registrarse en la sala de emergencias, Amy recibe un diagnóstico que le da más información sobre su embarazo infernal, pero también le exige que reprograme la grabación de su especial. A medida que se acerca la nueva fecha, Amy y Chris reflexionan sobre su relación y notan un patrón preocupante de problemas de comunicación, lo que lleva a Chris a buscar un diagnóstico propio.