Imma se pone oficialmente al mando del clan y empieza a tomar las primeras decisiones para restablecer el orden: Ciro viaja a España para pactar una tregua con Salvatore Conte. Una vez allí, Conte se muestra cauteloso ya que Savastano siempre le había tratado con suficiencia y había infravalorado su imperio económico. Cuando intenta negociar, un tercer clan el de Vitaly Eremenko aparece.