El viejo compatriota de MacLeod, Hugh Fitzcairn, llega a la ciudad con un misterio: algunos de sus otros amigos Inmortales han desaparecido sospechosamente. MacLeod se da cuenta de que alguien puede estar siguiendo a Fitz, y se da cuenta demasiado tarde de que Fitz ha puesto a Darius en peligro al visitarlo. Al encontrar a Darius muerto en su capilla y a Fitzcairn secuestrado, MacLeod no descansará hasta que encuentre a los hombres responsables. Siguiendo a los asesinos de su viejo amigo, MacLeod descubre que hay una banda de mortales cazando Inmortales, e incluso tierra santa no es una protección contra ellos. MacLeod encuentra a los renegados a tiempo para salvar a Fitzcairn y enfrentarse a James Horton, líder de los Cazadores, pero Horton elude sus garras.