Siguen siendo los más cínicos y efectivos consultores empresariales, pero con el equipo disperso, ahora también son su peor competencia. Marty ha empezado su propia agencia, Jeannie está a cargo de su equipo de consultores en Galweather-Stearn y Clyde intenta abrirse paso mientras trabaja para Monica. Situarse en lo más alto o estancarse depende ahora de cómo juegue cada uno sus cartas.