Y cuando Millie buscó justicia, los enviados del Mal la buscaron a ella. Meyer apeló a Jonah, cuya fe se resentía de las pruebas de la Caza; y Jonah acudió a la zarza ardiente de sus compañeros y al espectro de su abuela en busca de consejo. Los Cazadores se esmeraban por interpretar las palabras secretas de una proclamación perversa.