Cuando Ash se entera de que el club de fútbol local donde creció ha quebrado y cerrado, sugiere que la pandilla Hustle debería abordar la codicia que se ha apoderado del gran juego, mientras el drama continúa. Por supuesto, el equipo está de pie para hacer un montón de dinero en efectivo en el proceso! Cuando Ash tiene un accidente y desarrolla una condición rara que significa que no puede mentir, parece que no solo será la estafa que ha terminado, sino también los días de Ash como grifter. ¿Pueden Mickey, Albert, Sean y Emma convencer al aparentemente intocable Coleman de marcar un gol en propia puerta, o se les mostrará una tarjeta roja?