Hank hace planes de fin de semana sin consultar a Peggy, y las consecuencias los lleva a un consejero matrimonial. El terapeuta se entera de que uno de los sueños de la pareja es poseer motocicletas suyas y de ella, y sugiere que compren una y la compartan en un esfuerzo por reunirlos. Su plan es contraproducente cuando, por consejo de una pareja de moteros de mediana edad, la pareja se dirige a Sturgis, S.D., para una reunión anual de moteros. Hank se niega a compartir la conducción con Peggy, temiendo que se burle de él, pero cuando las gafas de Hanks son pisoteadas, y no puede ver ... no tiene otra alternativa que pasar a un segundo plano.