Cuando la inundación amenaza la ciudad, los arlenitas se reúnen en el refugio comunal: el gimnasio Tom Landry. Se supone que Hank está a cargo, pero mientras se retrasa en la represa hidroeléctrica de la ciudad debatiendo sobre si abrir o no las compuertas, Bill se abre camino en un papel de liderazgo. Encuentra delicioso el poder y la adoración de las masas y pronto se convierte en un dictador de hojalata, con Hank en el bergantín y Kahn como su mano derecha. Mientras tanto, los niños se vuelven locos en la oficina del anuario, Peggy retrocede y Dale planea construir un arca para llevar a su familia a un lugar seguro.
Aún no se han agregado bandas sonoras al programa.