En el final, después de que el primer juicio termina con un jurado colgado y el fiscal de distrito se niega a ofrecer a la defensa un acuerdo, un segundo juicio se pone en marcha con Barry Levin uniéndose al equipo de defensa. La colusión política entre la oficina del D.A. y el juez Weisberg alcanza un ápice mientras Garcetti lucha por reparar la reputación de la oficina. Cuando el juez Weisberg no permite que los miembros de la familia de Lyle y Erik testifiquen, le corresponde a Erik contar una vez más las historias de abuso antes de que el jurado determine un veredicto.
Aún no se han agregado bandas sonoras al programa.