Un joven con un tatuaje azul yace acunado en los brazos de Phryne. Lamentablemente, no es otra escena de seducción gloriosa. Esta vez es asesinato. Indignado por esta brutal matanza, Phryne promete averiguar quién es el responsable. Pero Phryne aún no sabe cuán profundamente en el fango tendrá que ir: el robo de bancos, los anarquistas y el secuestro de su amada criada Dot. Sus investigaciones la llevan a los brazos del delicioso pero peligroso anarquista, Pedro el Pintor.
Aún no se han agregado bandas sonoras al programa.