Murphy encuentra una secretaria que le gusta; sólo que a nadie más le gusta su enfoque abrasivo. Jim está planeando una cita con Doris en Maine. Cuando intenta pasar por el detector de metales en el aeropuerto se encuentra en posesión de una pequeña cantidad de marihuana, la marihuana que compró para ayudar a Murphy a superar su quimioterapia. Lo descarta todo como un inconveniente menor hasta que la prensa se apodera de la historia. En el frenesí mediático subsiguiente, Jim prefiere permanecer en silencio, Murphy piensa que sería mejor decir la verdad y cuando lo hace, Jim deja de hablar con ella.
Aún no se han agregado bandas sonoras al programa.