Earl se dispone a devolver la gasolina que le robó durante un mes a Philo, un hombre muy poco sociable que parece no tener amigos. Cuando descubre que su mala acción evitó que éste se suicidara, y que por ello vuelve a las andadas, Earl decidirá convencerle de que hay cosas en la vida que merecen la pena, a pesar de que ya ha cumplido con él. Será una tarea complicada, sobre todo cuando Philo le pida una cita con la mujer de la que está enamorado, que no es otra que Joy.