Llega el día de la Madre, y Earl y Randy se proponen darle una sorpresa a la suya, con quien pasarán el día haciendo todo tipo de actividades que ella quiera. Ahí es donde Earl se da cuenta de lo decepcionado que está su padre con él por haberle perdido su coche, el cual tomará como meta recuperar. Por otro lado, Joy disfruta del mejor regalo que podría recibir: una semana sin los niños.