Earl y Randy se disponen a llevar a Catalina de vuelta a Estados Unidos después de que ella haya sido deportada a causa de la adicción al juego de Earl. El viaje no será nada cómodo desde el principio, puesto que Earl no para de quejarse por todo, para desesperación de su hermano. Mientras, Joy empieza a medicarse para controlar su ira, convirtiéndose en una persona completamente distinta, cosa que traerá de cabeza a Darnell, sobre todo con la llegada de unos nuevos y molestos vecinos.