Earl decide devolver a Sebastian, un gato al que secuestró para que Joy ganase un concurso con su minino, a su dueña, Judy. Randy se enamora perdidamente de ésta y se propone salir con ella, aun siendo alérgico a los gatos y dados sus desastrosos antecedentes en los que ha intentado fingir lo que no es para salir con chicas. Mientras, su hermano se tendrá que preocupar ahora de devolverle a Sebastian la gloria perdida por los kilos.