Mientras Earl organiza una fiesta de Halloween para compensar a sus hijos en particular y al vecindario en general, Randy se dispone a ejercer de hermano mayor con Óscar, el sobrino de Catalina. Todo va bien hasta que le regaña por robar dinero, momento en que el niño hace gala de sus conocimientos sobre vudú. El escepticismo de Earl respecto a la magia negra no parece ser compartido por los vecinos del parque de caravanas, quienes ante el miedo generalizado a una maldición, se movilizan para exorcizar a Óscar; los dos hermanos tendrán que protegerle a toda costa.