Ducky esta impactado y sorprendido tras averiguar la identidad de tres cuerpos que aparecieron mutilados meses atrás. Las víctimas son el sheriff y el fiscal que intervinieron en un caso sobre un violador y asesino, diez años atrás. Cuando Gibbs se entera de las identidades, sospecha que Ducky y su madre senil pueden ser las próximas víctimas, por lo que ordena al resto de su equipo proteger a su compañero. Sin embargo, durante un descanso, Ducky es secuestrado y Gibbs deberá encontrar al secuestrador, y posible asesino, antes de que sea demasiado tarde.