Tras el viaje de Jenny por Europa, todo el equipo de investigadores del NCIS es obligado a someterse a la prueba del polígrafo por una misión de seguridad nacional. Los secretos que guarda cada agente están a punto de ser desvelados. Mientras, Jeanne y Tony, ambos agentes desarmados, son retenidos y utilizados como rehenes por un traficante de droga sin escrúpulos.