Gibbs tiene que olvidar por un momento sus rencores y trabajar junto al agente Trent Kort, con el que no tenía una buena relación y que ha regresado para dar con un peligroso criminal llamado Sivaro. Todo el equipo sospecha de las intenciones de Kort, pero Gibbs decide darle una oportunidad. Sin embargo, el descubrimiento de una filtración de información que entorpece sus investigaciones le hará dudar de la integridad de su colaborador.