Tony sospecha que Ziva sabe algo más sobre el paradero de su amante, infiltrado del Mossad, y no está siendo sincera con su equipo. Mientras, Gibbs y McGee continúan trabajando con la división del NCIS en Los Angeles, aunque una misteriosa conexión entre la agente especial Macy y el jefe de la delegación en Washington podría salir a la luz y entorpecer la armonía entre los equipos.