El pasado sigue muy presente en el equipo de NCIS y todos buscan por su cuenta respuestas al paradero de Ziva. Lo último que saben de ella es que se quedó en Israel con el Mossad, pero alguien se ha encargado muy bien de borrar su rastro. El director Leon esconde algo y Gibbs no puede dejar de pensar en ello, así que decide pasar a la acción.