El agente Don Eppes y el resto de sus compañeros participan en una operación en un laboratorio de metanfetaminas. Justo cuando acaba la redada, un joven aparece en la zona, pero se marcha corriendo. Los policías lo detienen y revisan su vehículo, que estaba lleno de armas y otros materiales ilegales. Esta situación pone a los agentes tras la pista de un grupo que se dedica a la fabricación de explosivos.