La unidad Gallagher se ve sacudida cuando una visita inesperada de los servicios sociales los coge desprevenidos y la familia se desmorona. En las secuelas Debbie desata su furia sobre Frank, lo que lo impulsa en un doblador todopoderoso, pero ¿puede Frank darse cuenta de que la solución a sus problemas no se encontrará en el fondo de un vaso de pinta, antes de que sea demasiado tarde? La fantasía de cada adolescente se convierte en realidad para Chesney cuando se le presenta a un ama de casa casada que hace estallar su cereza y rápidamente cae de cabeza sobre los talones.