SG-1 descubre a los Galarans, una civilización que floreció bajo la protección de los Asgard. Como los Asgard se han alejado de la Vía Láctea, los Galarans han desarrollado un aparato para la memoria que esperan les permita incrementar su desarrollo tecnológico, y están dispuestos a dárselo a la Tierra a cambio de la tecnología de hiperpropulsión. Cuando Mitchell toma la primera dosis, es acusado de asesinato, y el resto del equipo debe trabajar con los científicos locales para demostrar su inocencia.
Aún no se han agregado bandas sonoras al programa.