Scott, Lydia y Malia tienen que tomar medidas drásticas para sofocar la creciente violencia en Beacon Hills, mientras que Liam aguanta su propio guante en la escuela secundaria.
Liam llega a la escuela paranoico del rumor sobre él y sus compañeros de paquete que Mason trata de disuadir, mientras que Corey parece sólo amplificarlos, pero ambos persuaden a no escuchar voces.