Jarek y Caleb llegan primero a la escena en un robo a un banco y persiguen al ladrón por las calles de Chicago solo para descubrir que ha encontrado un final espantoso. Mientras el Departamento de Policía de Chicago reúne las pistas del ladrón, el superintendente Colvin lleva a cabo una reunión crítica con el concejal Gibbons sobre un sitio de construcción clave. La politiquería duplicada aumenta la apuesta y expone aún más la profundidad de la corrupción en la ciudad.