Longworth y Jennifer investigan un asesinato que los pone en desacuerdo con los Ciudadanos Soberanos, un extraño grupo antigubernamental que cree que están por encima de la ley. Manus y Carlos pronto se encuentran víctimas de los ataques terroristas de papel de los Soberanos cuando son suspendidos de su deber. Callie busca desesperadamente su viejo teléfono celular donde grabó a Elkins chantajeándola para que durmiera con él por pasar por alto sus problemas fiscales.