Cuando Murray es honrado como uno de los mejores hombres de negocios de Jenkintown, su placa está colgada en una pared con todos los demás homenajeados. Y pronto Beverly está consternada al saber que no tiene pasatiempos discernibles, y sus intentos de ayudarlo a encontrar algo contraproducente. Mientras tanto, Barry crea un plan robando carritos de golf, pero la situación sale mal y Erica viene a salvar el día.