Cuando Ethan está implicado en un crimen grave, él y Sutton dejan la ciudad y se esconden con su padre, Ben, en la reserva donde creció. Una tensión creciente entre padre e hijo tiene a Sutton jugando a mediador, pero, a pesar de la torpeza, ella aprecia ver un lado de Ethan que no sabía cuando estaban juntos. Mientras tanto, Emma se queda para lidiar con las consecuencias de la situación de Ethan cuando debe fingir ser testigo de una escena en la que no estaba presente.