Alan Shore utiliza tácticas cuestionables, si no ilegales, para representar a sus clientes: Ted Grayson, un hombre mentalmente inestable acusado de asesinato, y Karen Evanson, una mujer que afirma que el suicidio de su esposo fue inducido por un medicamento recetado.
Aún no se han agregado bandas sonoras al programa.