Preocupada por que Bart pueda estar destinado al fracaso, Marge recurre a pedir consejo a un grupo de “expertos” en paternidad. Homer decide sacar tajada de uno de esos consejos abriendo una tienda de trofeos en Springfield. Mientras, Bart recibe un necesario estímulo del Abuelo, que le regala un valioso reloj anhelado por Homer.