Durante la cena que Krusty tenía pendiente con Bart desde que le sacó de la carcel al demostrar la culpabilidad del Actor Secundario Bob, los Simpson descubren que Krusty no es tan feliz como parece. El motivo es que su padre, un rabino judío, no le habla desde que Krusty es payaso. Bart y Lisa intentan convencer al padre de Krusty para que le perdone.