El abuelo da un remedio a Homer contra la impotencia sexual que es todo un éxito. Homer y el abuelo deciden ir vendiendo el tónico por los pueblos de los alrededores, empeorando su ya maltrecha relación. Por otro lado, como el tónico hace que los adultos se vayan pronto a la cama, los niños intentan averiguar qué les pasa.